Para nadie es sorpresa enterarse que la historia siempre ha sido escrita
a favor y desde la perspectiva de los vencedores quedando la versión de
los vencidos relegada al olvido, ejemplo de esto es que la conquista
del Perú sea uno de los episodios de la historia que mas groseramente se
sesga a favor los vencedores; quien en el Perú no recuerda de sus
épocas de colegio el famoso y trascendental discurso de Pizarro en la
isla del Gallo: “Por este lado se va a Panamá, a ser pobres, por este
otro al Perú, a ser ricos; escoja el que fuere buen castellano lo que
más bien le estuviere” donde se recalca el valor e indesmayable tesón
que tuvieron los conquistadores a lo largo de toda su campaña; mientras
que por otro lado somos obligados a recordar vergonzosamente el penoso
episodio de la captura en Cajamarca del Inca Atahuallpa en una historia
que nos presenta a un indio ignorante, cruel, fratricida, incestuoso,
idólatra, hereje, blasfemo, capaz de cometer las iniquidades mas
detestables tales como mandar a matar a su hermano Huascar o renegar a
la fe católica aventándole a la cara la sagrada Biblia al cura Valverde;
sin embargo, fue todo esto de la manera como se nos cuenta de niños?.
Lamentablemente la manera tradicional de contar
la historia solamente desde la perspectiva de los vencedores no ayuda
muchas veces a clarificar los verdaderos hechos e incluso lleva hacia la
creación de mitos que favorecen y ensalzan a los vencedores mientras
que desfavorecen y desgracian a los vencidos; es de esta manera que yo
recuerdo que después de toda la educación de mi época escolar la
siguiente era la imagen que me quedo grabada de los incas y de la
conquista española:
• Que los pobladores del antiguo Perú fueron
una recua de indios ignorantes a quienes los españoles vinieron a
sacarlos de su oscurantismo.
• Que los pobladores del antiguo Perú
fueron una tropelía de indios cobardes y pusilánimes que se amedrentaron
fácilmente ante el poderío y gallardía española.
• Que los antiguos
pobladores del Perú conformaban una raza inferior, de complexión
enclenque, esmirriada, malnutrida y de notoria baja estatura.
• Que los antiguos pobladores del Perú fueron un grupo de idolatras, herejes y renegados de la fe católica.
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